Pintura industrial

La primera función de la pintura industrial es la de proteger.

Vamos a considerar como pintura industrial a la que se aplica sobre superficies difíciles de tratar o tratables sólo con productos muy especializados.

Debido a la necesidad de dureza y resistencia constructiva de ciertos elementos, es necesario utilizar materiales que ofrecen dificultades para ser pintados, bien por su difícil anclaje, por su elevado índice alcalino o por su alta tendencia a la degradación en ambientes húmedos o excesiva exposición como son el galvanizado, el hormigón pulido o el hierro, la madera en exteriores, las terrazas y cubetas retenedoras de agua.

Por ello utilizaremos en cada caso decapantes, chorro de arena, imprimaciones y acabados especializados plásticos, sintéticos, pinturas fosfatantes, epoxis, cloro cauchos, pinturas intumescentes, anti óxido, anti álcalis, anti hongos, anti xilófagos o cualquiera otra apropiada para el elemento y la ocasión.
La segunda función de la pintura industrial sería la de aportar un buen aspecto estético, que es además un valor añadido para el elemento.


Pintura industrial